La Buena Parte del Día - Filipenses 4:8

La mente humana tiene un inmenso poder de concentración del que Dios nos ha dotado y en todo momento se concentra en algo. Esto es de suprema importancia porque es una ley de vida que si uno piensa en algo con suficiente frecuencia e intensidad llegará al punto en que vive bajo aquella premisa. Es así como podemos encausar pensamientos hacia la edificación de nuestra vida, pero así mismo podrían ser para destrucción de ella.
Es tan importante para Dios que sus hijos vivamos en la plenitud de su voluntad agradable y perfecta (Rom 12:2) que nos dio el privilegio de una mente capaz de encaminar todo pensamiento hacia esta plenitud. De ahí la importancia que concentremos nuestro pensamiento en edificación , dejando de lado aquellas cosas que son engañosas ilusorias, imaginarias y efímeras. Nuestros pensamientos deben estar enfocados en aquello que aporta sencillamente a una vida abundante. Y en este pasaje podemos ver una lista de algunas de aquellas cosas en las que realmente debemos concentrarnos:
Todo lo verdadero: La palabra verdadero aquí hace referencia a aquellas cosas que no sean engañosas e imaginarias, que ofrezcan una paz real y una felicidad alcanzable. Ya que muchas de las cosas de este mundo son irreales, prometen aquello que no cumplen, ofrecen una paz falsa y una felicidad inalcanzable. Nuestra mente debe concentrarse siempre en lo que se sustente bajo la verdad de la palabra.
Todo lo Honesto: En el original se encuentra el sentido de esta palabra como aquello que está revestido de "dignidad y santidad". El Apóstol hace referencia a esta palabra viendo que hay cosas en este mundo que son ligeras, faltas de seriedad y de carácter, y desea que sean cambiadas por aquellas que sean transparentes y confiables, en las que podamos creer porque se basan en una verdad. Que todo pensamiento sea enfocado hacia cosas rectas.
Todo lo Justo: En la traducción original se define "justo" como quien da a Dios y a los hombres lo que les es debido. Es la misma palabra utilizada pero en sentido opuesto en la parábola del juez injusto cuando dice que aquel hombre "ni temía a Dios ni respetaba a hombres" (Lucas 18:2). En otras palabras; Las cosas justas en las que debemos pensar son aquellas que deben ser asumidas y cumplidas a Dios y a nuestros semejantes. Dios quiere que nuestros pensamientos sean orientados y enfocados hacia lo justo, ya que hay quienes solo basan sus pensamientos en el placer, la comodidad y el materialismo de una "buena vida". El cristiano debe direccionar sus pensamiento hacia propósitos espirituales y eternos (para con Dios) y consecuentemente en sus propósitos personales y terrenales (para con sus semejantes).
Todo lo Puro: La palabra original "puro" en hebreo se define como lo que está moralmente incontaminado. Lo que nos aconseja el Apostol Pablo aqui es que todo pensamientos debe ser libre de contaminación moral, que la luz de Cristo pueda alúmbralo y no halle oscuridad en él, que no alberga nada contrario a lo que Dios espera de nosotros.
Todo lo amable: El sentido original de esta palabra amable es: "digno de ser amado". Hay quienes llegan a concentrar sus pensamientos en resentimientos, venganzas, amargura que no provocan más que molestia y apatía en otros. De esta manera no será una persona digna de ser amada. Nuestra mente bajo la luz de Cristo debe concentrarse en cosas que generen simpatía, tolerancia, comprensión y atracción de otros que deseen tener la paz que Dios nos ha entregado.
Todo lo que es agradable y merece ser alabado: Nuestros pensamientos deben concentrarse en aquellas cosas que valgan la pena, que produzcan gozo, proverbios 10:22 dice que "las bendiciones de Dios son las que enriquecen y no añaden tristeza con ella". Esta es una manera de identificar si lo que pensamos nos encamina hacia una bendición o no. Nuestros pensamientos deben concentrarse en aquello que sea digno de ser reconocido primeramente por Dios, y desencadenen actos dignos de imitar.
Todo lo que se reconoce como una virtud: la palabra original que se utiliza como virtud también traducía: "por excelencia", Debemos pensar en el nivel más alto que hayamos alcanzado en las áreas de nuestra vida, tanto espiritual como personal, para así estimular el alcance de nuevos niveles en el caminar cristiano. Es cierto que el mundo crece en degradación pero el Cristiano debe crecer en virtudes e ideales que fortalezcan su vida espiritual y sus metas.
Oración.
Señor Gracias por tu palabra porque no solo abarca nuestro espíritu sino nuestros pensamientos, nuestro ser completo. Ayúdanos a renovar cada dia nuestro entender, para que nuestra mente se enfoque en todo aquello en lo que hallemos virtud.
Por: Rosana Quevedo Angel.